Sufrimiento y trauma.
El sufrimiento producido por el trauma puede adoptar formas muy diferentes: podemos autoculparnos, cuando creemos que la culpa del desarrollo de un acontecimiento negativo es consecuencia de algo que no hicimos, o cuando nos sentimos indignos o estúpidos por algo que hicimos. Podemos llevar en lo más profundo de nuestro corazón cualquier tipo de dolor emocional que, con frecuencia, puede permanecer durante gran parte de nuestras vidas como una pesada y, a veces, secreta carga cuya existencia posiblemente desconozcamos incluso nosotros mismos.
La clave para conseguir sanar este dolor es que nos mostremos dispuestos a investigar en él, a observarlo, a abrirnos a él con conciencia del momento presente. Es difícil estar presente y aceptar el dolor producido por el trauma cuando aparece, pero debemos saber que lo más importante en esos momentos e inmediatamente después es practicar Mindfulness. Esto es primordial para poder trabajar con nuestras emociones.
Evitación y sufrimiento.
Por lo general, nuestra tendencia natural es la de evitar las sensaciones desagradables que produce el trauma siempre que sea posible y protegernos de él cuanto podamos para no ser arrastrados automáticamente por toda esa marea de sensaciones. Cuando estamos muy afectados por un hecho traumático, suele ser muy complicado parar nuestra mente para recordar que es necesaria la observación íntegra y directa de ese hecho doloroso. Por ello, es muy importante entrenar la mente para que pueda ser capaz de ver sus propias dificultades y de transformarlas en oportunidades para responder de forma adaptativa en vez de convertirnos en víctimas de nuestras propias reacciones.
Por raro que nos pueda parecer, el hecho de conocer expresamente nuestros sentimientos en momentos de sufrimiento, encierra en sí mismo la semilla de la sanación. Cuando conocemos nuestros sentimientos, podemos aceptarlos en el momento presente y se desarrollan de manera diferente al ser observados de manera imparcial, es decir, aceptando su presencia y aceptando su propia naturaleza.
Mindfulness para superar el trauma.
El Mindfulness nos permite ver con más claridad en el interior de nuestra dolor producido por el trauma. A veces, nos ayuda a liberarnos de la confusión producida por los problemas originados por el mismo o por el deseo de que las cosas sean de otro modo. La próxima vez que suframos por el trauma podemos preguntarnos el por qué de ese dolor o mirarnos con orgullo por la capacidad de adaptación que tenemos...
La aceptación del trauma no quiere decir que nos guste lo ocurrido, ni que nos hayamos resignado a ello por las buenas, ni implica capitulación ni rendición. Significa que admitimos el simple hecho de que lo que haya ocurrido ha ocurrido ya y pertenece, por tanto, al pasado. Si nos mostramos dispuestos a mirar profundamente en el interior de nuestro dolor emocional mientras este se produce, puede aparecer la sanación…
Si somos capaces de mostrarnos atentos a estos momentos de sufrimiento, si les prestamos la debida atención, también nos daremos cuenta que estos sentimientos, imágenes e ideas tienen un principio y un fin, que nuestras emociones están sujetas a ciclos, en un momento dado podemos sentir un dolor sordo, al siguiente, una intensa furia y angustia; después, miedo y otra vez un dolor sordo o cansancio… Esta parte de nosotros que presta atención sólo ve lo que sucede en cada momento; nada más.
Ni rechaza lo malo, ni condena a nada ni a nadie, ni desea que las cosas sean de otra manera; ni siquiera se siente molesta. Esa atención, como si fuera un campo de inteligencia compasiva situado dentro de nuestro corazón, lo acepta todo y actúa como fuente de paz en medio de la confusión. Igual que una madre es fuente de paz, compasión y perspectiva para un niño preocupado. Cuando cultivamos el Mindfulness en nuestros corazones, podemos dirigirnos una compasión parecida a nosotros mismos.
Seguiremos en la próxima entrega con pautas aún más prácticas para cómo afrontar el trauma en esta situación tan extrema que estamos viviendo.
Gracias por vuestra atención. Espero poder ayudaros con estos escritos a vivir con más dignidad y paz.
También podéis encontrarnos en Jaén, nuestro equipo de Psicólogos en Jaén y yo, estaremos encantados de atenderos.