Trabajando con los obstáculos de la meditación

Los obstáculos

Como indiqué en el escrito anterior esta entrega versará también sobre cómo trabajar con los obstáculos de la meditación. En principio, no es posible llevar a cabo esta tarea recurriendo a la resignación o a la represión. La represión no funciona porque constituye, en sí misma, una forma de rechazo que sólo sirve para amortiguar nuestra consciencia. Tampoco se trata, por otra parte, de expresar o dar rienda suelta a todas las dificultades porque, de este modo, lo único que conseguiríamos sería reforzar nuestros viejos hábitos.

 

Consciencia

La forma más directa de trabajar con las dificultades que aparezcan en la práctica consiste en ser conscientes de ellas, y convertirlas en objeto de la meditación. De este modo, el poder de la atención plena nos permitirá transformar los obstáculos en aspectos relacionados con la propia meditación y nos brindará la oportunidad de utilizar la conciencia que tenemos de ellos para fomentar la libertad de nuestra mente.

Así pues, el trabajo con los obstáculos se convierte en una fuente de energía y de visión profundas ya que, cuando somos capaces de observar directamente la naturaleza de estas dificultades, llegamos a comprender la forma en la que estas fuerzas influyen en nuestra mente y podemos utilizar más ampliamente su poder para experimentar y potenciar el proceso de nuestra investigación.

 

Trabajar los opuestos

Existe otra forma de trabajar con los obstáculos de la meditación, que resulta recomendable en el caso de que estos se manifiesten de forma intensa. Consiste en cultivar precisamente los estados opuestos que les sirvan de contrapeso y, de este modo, llegar a equilibrarlos. Porque sólo debilitándolos estaremos en condiciones de prestarles una atención más completa.

 

Consciencia y más consciencia

Así pues, el propósito de la práctica no consiste en tratar de fabricar un estado mental especial sino que estriba en trabajar directamente los elementos más esenciales de nuestra experiencia, descubriendo de qué modo quedamos atrapados en nuestros miedos, nuestros deseos y nuestros rechazos y, aprendiendo así, a cómo desarrollar directamente la capacidad de ser libres. Si realmente somos capaces de aprovechar los obstáculos que aparecen en nuestras práctica, éstos terminarán enriqueciendo nuestra vida.

 

Practicar la consciencia

Os propongo un ejercicio para esta semana, elegid algún estado mental que se presente durante la práctica y tratad de tomar conciencia cada vez que se manifieste. Prestad atención del momento en que aparece, qué le precede, cuánto tiempo dura y cuándo desaparece. Observa qué estado le sucede.

También debes tomar conciencia de si aparece de forma suave, o si, por el contrario, irrumpe en la mente de un modo brusco e impetuoso. También debes advertir sus pautas corporales y si existe alguna resistencia. Siéntate, pues, tomando conciencia de la respiración, observando cuidadosamente la aparición del estado, permitiendo que aflore por sí mismo a la superficie y recibiéndolo como si se tratara de un viejo amigo.

En estas semanas hemos trabajado los obstáculos de la meditación  y hemos aprendido a cómo utilizarlos para mejorar nuestras práctica. En la siguiente entrega, trabajaremos una nueva forma de practicar: la exploración corporal, una forma ancestral que nos ayudará a mantener la atención en el aquí y en el ahora además de ampliar nuestra conciencia corporal.

 

Gracias por vuestra atención. Espero poder ayudaros con estos escritos a vivir con más dignidad y paz.

También podéis encontrarnos en Jaén, nuestro equipo de Psicólogos en Jaén y yo, estaremos encantados de atenderos.