El don de saber perdonar

Saber perdonar

Hemos visto, en entregas anteriores, que una de las reacciones de la mente ante un sentimiento de culpa o de ofensa es la rumiación (molesto círculo vicioso del pensamiento). También hemos visto que éste es un proceso tóxico que genera infelicidad, compromete la salud mental y nos resta eficacia. Por ello, conviene utilizar estrategias muy efectivas, como es el uso del perdón, parar superar las injurias o la culpa y recobrar el equilibrio mental, debemos saber perdonar.

El perdón tiene varias manifestaciones: está el perdonarse, pedir perdón a otros y el poder perdonar. Las tres versiones del perdón pueden ser realmente difíciles, verdaderos actos de coraje. Perdonar, como demuestran personajes de la talla de Mandela y tantos otros, es una evidencia de una gran mente. Pedir perdón es una acto de compasión, que busca aliviar el sufrimiento de otro y de uno mismo por lo que se hizo. Perdonar es la respuesta de una mente humana que desea tener serenidad y felicidad y ello solo se consigue pasando página, pero ¿cómo hacerlo?

9 pasos para perdonar.

Existe un sistema de nueve pasos para perdonar basado en el trabajo de Fred Luskin, investigador de la Universidad de Stanford. Luskin propone un modelo de perdón que se alinea muy bien con la práctica de Mindfulness. Lo expongo a continuación:

  1. El primer paso tiene que ser tomar conciencia. Darte cuenta exactamente de cómo te sientes sobre lo ocurrido y articularlo verbalmente, expresando qué pasó y por qué no te parece correcto.
  2. Después hay que orientar la atención hacia uno mismo y hacer compromiso personal sobre la importancia de sentirse bien y la necesidad de pasar página sobre ese asunto. Perdonar es un acto de amor hacia uno mismo.
  3. Enmarcar cuál es tu propósito. Recuerda que perdonar no implica necesariamente la reconciliación con la persona que te ha hecho daño o que tú apruebes su acción; puede que sí, pero también puede que no. Básicamente se trata de recuperar tu paz y el equilibrio interno.
  4. Buscar la perspectiva adecuada. Reconoce que tu malestar nace de los sentimientos heridos, de tus pensamientos y emociones, no de aquello que te ofendió hace unos minutos o hace varios años. Perdonar permite sanar estos sentimientos heridos.
  5. Cuando te sientas agobiado o vuelvan los recuerdos, practica alguna técnica de regulación emocional como el Mindfulness y facilita la aceptación gradual de lo que ocurrió, sin cargar más el tema emocionalmente. Recuerda que una cosa es el acto y otra la persona que realiza ese acto.
  6. Abandona la idea de esperar que sean otros los que cambien. Recuerda la importancia de tu salud y tu bienestar por encima de las ideas del bien y del mal. Recuerda que lo más importante es cuidar de ti mismo.
  7. Explora el tema por si encuentras algo positivo de esta situación, quizás hayas ganado en experiencia o en conocimientos, en conocer mejor a las personas o a ti mismo, en vez de repetir mentalmente lo sucedido una y otra vez.
  8. Recuerda que una vida satisfactoria y bien vivida es la mejor “venganza” y es la demostración de la calidad personal. En vez de centrarte en tus emociones heridas, dando así poder a la persona que te causó el daño, encuentra la forma de conectar con la belleza, el amor y la amistad en tu entorno. Perdonar es una cuestión de poder personal.
  9. Corrige tu historia del agravio para recordarte el hecho de tu decisión valiente de perdonar. Los actos forman parte del pasado. Orienta tu atención hacia el presente y el futuro, que es donde están las oportunidades de vivir una vida satisfactoria.

La práctica de perdonar ha demostrado que reduce el odio, la depresión y el estrés, permitiendo que se expresen sentimientos de esperanza, compasión y autoestima.

Saber perdonar nos permite mejorar nuestras relaciones personales y nuestra salud, abriendo la mente y el corazón a una vida más plena, con más sentido.

En la siguiente entrega iré profundizando más en el arte de perdonar…

Gracias por vuestra atención. Espero poder ayudaros con estos escritos a vivir con más dignidad y paz.

También podéis encontrarnos en Jaén, nuestro equipo de Psicólogos en Jaén y yo, estaremos encantados de atenderos.