Resiliencia, Mindfulness y el trabajo

Resilencia

La resiliencia es la capacidad de funcionar de forma efectiva en entornos muy difíciles (como los VICA, los cuales fueron descritos en la anterior entrega), integrando procesos de aprendizaje y sin sufrir estrés. La resiliencia es una competencia de las personas conectadas, que son conscientes de sus valores y encuentran un sentido a su trabajo y a su vida. Desarrollar esta competencia no es algo fácil, exige coherencia y honestidad. Por ello, suele estar unida a un firme compromiso con los valores personales.

Es evidente que una organización con un bajo grado de autoconciencia no es muy resiliente porque está desconectada. Esta desconexión se manifiesta de varias maneras, quizás la más patente es la dificultad para aprender. Hay varias barreras para el aprendizaje organizativo. Siguiendo a Otto Scharmer indicaremos las cuatro más importantes:

  1. No reconocer lo que se ve, desacoplando la percepción del pensamiento. Una de las causas de esta desconexión es la aversión de los dirigentes de las organizaciones a las malas noticias. Se piensa que si no se ven los datos que no encajan con la teoría, estos desaparecen. Pero no es así. Este esfuerzo de las organizaciones por ver las cosas de una determinada forma desacopla la percepción del pensamiento y se pierde el contacto con la realidad.
  2. No decir lo que se piensa, desacoplando el pensamiento de la palabra. En las organizaciones suele existir miedo a decir lo que se piensa y una intolerancia hacia la divergencia. Nuestras organizaciones favorecen el pensamiento único. No existe cultura o mecanismos para explorar distintas opiniones. Se confunde la opinión con la crítica y el diálogo acaba en debate, donde sólo gana el más poderoso.
  3. No hacer lo que se dice, desacoplando la palabra de la acción. Esta es la barrera de aprendizaje más habitual. Se remarca una idea, como, por ejemplo, la importancia de las personas o de los clientes para la organización, pero luego se actúa dando prioridad a los beneficios sobre los intereses de personas o clientes. La falta de coherencia en muchas instituciones es patente, por eso tenemos ese creciente distanciamiento y falta de confianza en casi todos los tipos de instituciones. El coste de esta estrategia es que no hay aprendizaje. Para aprender de los errores hay que asumirlos. Es duro, pero es así.
  4. No ver lo que se está haciendo, desacoplando la acción de la percepción. Cuando estamos demasiado implicados en un propósito, podemos ver si nuestras acciones tienen algún resultado, pero no solemos advertir si son adversos o contraproducentes.

Estas cuatro barreras no solo impiden el aprendizaje, sino que también destruyen la confianza porque muestran las incoherencias de la organización. Es sabido que la desconfianza crea pobreza por muchas razones. Ser coherente es una fuente de resiliencia y, a la larga, el resultado es mejor.

Aaron Antonovsky, un sociólogo que estudió a los supervivientes de los campos de concentración nazis, vio que los que tenían un mayor sentido de la coherencia eran más resilientes y tenían mayor salud.

Este sentido de la coherencia se define como “el grado de confianza en el que el ambiente donde se trabaja es predecible y donde las cosas van a funcionar tan bien como puede esperarse, razonablemente“. En otras palabras, es una mezcla de optimismo y de control.  Tiene tres componentes: capacidad de comprender, capacidad de gestionar y capacidad de dar un significado.

Comprender tiene que ver con el grado en que los acontecimientos se perciben con un sentido lógico, la forma en la que se ordenan y estructuran. Gestionar es la capacidad que una persona tiene para hacer frente a los desafíos de su trabajo o de su vida. Por último, dar un significado se refiere a la manera en la que se entienden los desafíos que son dignos de ese compromiso.

Según Antonovsky, dar significado es el más importante de los tres componentes a la hora de persistir y sobrevivir ante los desafíos. Si una persona encuentra un sentido en luchar por su proyecto, entonces va a tener motivación para comprender y gestionar las incertidumbres.

Lo dejamos aquí por hoy. El próximo día veremos cómo manejarnos en entornos complejos.

Gracias por vuestra atención. Espero poder ayudaros con estos escritos a vivir con más dignidad y paz.

También podéis encontrarnos en Jaén, nuestro equipo de Psicólogos en Jaén y yo, estaremos encantados de atenderos.